Poema proceso

Sobre el inicio de la democracia, un grupo que se dedicaba a proyectar cine del tercer mundo, puso en marcha el fogón de la cultura popular en plaza Dardo Rocha, frente a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata (Argentina). Era el mes de octubre y siempre llovió. El propósito que tuvo el primer tendedero fue rescatar las historias de las gentes que no encontraron tiempo ni lugar para ser comunicadas. Reconocíamos de este modo que, muchos de los que permanecimos viviendo en esta ciudad, estábamos desaparecidos vivos y quisimos brindar la oportunidad de realizar una práctica de resistencia a todos aquellos que, sin pertenecer a los circuitos del mail-art, necesitaran manifestar sus historias del silencio.

El concepto fue la estructura de un poema colectivo colgante siguiendo el formato de un tendedero de ropa, como los que

1

elige una prenda

o un objeto, usado por una persona muy querida

que estés dispuesto a donar

2

escribe una pequeña historia de

la persona a la que recuerdas o

de la prenda que ofreces,

colócala en una bolsa transparente

y préndela a la prenda

que deseas entregar

3

trae tu colaboración a la plaza

y cuélgala en el lugar del tendedero

que más te interese

Graciela Gutiérrez Marx nace en Buenos Aires un 4 de abril. Profesora en la Universidad de La Plata (Buenos Aires). Escultora y artista experimental, es pionera de la vanguardia latinoamericana comenzando su labor en los 60 vinculada al arte de acción, el arte postal y diversos movimientos culturales en la línea fluxus del anti-arte. Promotora de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de artistas-correo en 1984, año en el que funda el periódico Hoje-Hoja-Hoy, voz crítica contra la dictadura de su país. Forma parte de diversos proyectos artísticos como Los códices marginales de Mamablanca (1980), Sombras de Hiroshima (1987), sobrelavida=el archivo es el sobre (2005), de entre sus últimas publicaciones destaca la publicación de su tesis doctoral consagrada al arte postal titulada Arte correo, artistas invisibles en la red postal (2010)

se veían en los fondos de las casas humildes, en los márgenes o enclaves de la ciudad: barrios pobres y villas de miseria, donde se lava la ropa a mano, entre barros, descampados. También queríamos provocar la memoria de los tendales de ropa que quedaron, como huellas de ausencia, en las casas de aquellos que fueron arrancados por los fusiladores. Las madres-abuelas y los padres-abuelos sabían mucho de esas telas que encontraron en los patios, flameando como banderas sin patria, cuando se llevaron a sus hijos y nietos.

Ambientamos un sector de la plaza como si fuera el fondo de una casa humilde, colocando palos y cuerdas que abrieron naturalmente una cartografía orgánica en el espacio, punteado por broches de madera. Lo acompañamos con un cartel-consigna invitando a la gente que pasaba a traer una ropa con historia. Pedimos que la historia fuera escrita y envuelta en nylon, para protegerla de la intemperie y sostenerla junto a la prenda escogida.

4

anota tu nombre y dirección en un papel

y échalo a la bolsa de co-autores

5

concurre con agujas hilos y tijeras

el día 11 de noviembre a las 16 horas

para coser una bandera de la

memoria colectiva

que armemos entre todos,

con muestras tomadas de cada prenda

6

espera un testimonio de la documentación

que se distribuirá por correo

entre todos los participantes.