Ya está aquí el otoño y tenemos un pie en las fechas navideñas, o eso nos da a entender El Corte Inglés. Y yo, que soy muy de café, lo que me apetece con este frío que nos está acechando es sentarme con una manta, un buen tazón de café caliente y disfrutar de una buena película.

Estamos concienciados de que una buena película a día de hoy ha de ser de cine de autor, pero también está bien que de vez en cuando veamos películas por simple entretenimiento, que nos hagan disfrutar y que no nos haga pensar en cada frame y el porqué de cada cosa que veamos.

Me gusta disfrutar del cine y también de lo que se conoce por americanadas, porque como ya he dicho, así no pienso, sólo veo y me río, además, todo es cine, ¿no? Es por eso que en esta época me vienen a la cabeza miles de sugerencias que ver cada una de las tardes de la semana.

Chocolat (Lasse Hallström, 2000) es una de las películas idóneas para estas fechas. Soy muy de películas de sabores y aromas, aunque supongo que para mí el otoño es eso, ya que cuando paseas por la calle te encuentras en cada esquina un puesto de castañas, o en lugares como Madrid también mazorcas asadas y manzanas de caramelo. Esta película, no sé si tendrá que ver que salga Johnny Depp también, pero me gusta, al igual que Como agua para chocolate (Alfonso Arau, 1992), aunque en este caso recomendaré siempre la novela de Laura Esquivel con el mismo nombre. 

Para disfrutar del paisaje escocés y un poco del americano tenemos La boda de mi novia (Paul Weiland, 2008), donde sale un atractivo Patrick Dempsey (aunque más mujeriego que en Grey's Anatomy) junto a Michelle Monaghan. Una película de risas y amor envuelta en música celta.

Ya que todo está más dirigido a las féminas, he de decir que también hay otro tipo de películas que me apetecen ver en este tiempo y que a lo mejor en verano no te atraen tanto. Hablo de las películas que ha protagonizado Matt Damon con toda la saga Bourne. También la sueca Millennium 1 (la americana no), con una Naomi Rapace que encontramos ahora en pantalla con La entrega (Michael R. Roskman, 2014).

Si estáis dudando sobre cuál elegir, visionar Amelie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), con su magnífico Yann Tiersen de fondo, pues seguro que un poco de música parisienne endulzará vuestros oídos. ¿Qué mejor manera de pasar el frío?

Esta película, no sé si tendrá que ver que salga Johnny Depp también, pero me gusta, al igual que Como agua para chocolate (Alfonso Arau, 1992), aunque en este caso recomendaré siempre la novela de Laura Esquivel con el mismo nombre. 

Ana Moreno González

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