Relajación

El profesor de Tai-Chi Raúl Martínez nos explica la relajación como un concepto fundamental para nuestra vida

En mis años de universidad, en la facultad de psicología, tuve un profesor que decía que la relajación era la aspirina de la psicología porque sirve para todo. Son muy numerosos los estudios que se han hecho sobre los muchos beneficios que tiene la práctica de la relajación (cualquier método que se emplee) para la salud física y mental, dándole la razón a este profesor: beneficia prácticamente en cualquier ámbito de la vida.

Para mí siempre ha sido muy alentador saber que el relajarse, el no hacer nada (dejar que el cuerpo esté suelto, sin tensiones, y la mente centrada y sin preocupaciones) sea tan beneficioso y nos guíe a nuestro estado natural de bienestar y felicidad.

Podríamos entender la relajación, al menos, de 2 maneras. Una de ellas es pensar en algo así como un descanso, desconectar del mundo, de nuestras preocupaciones, y centrarnos en nuestro cuerpo y en nuestra mente (atención, pensamientos), permitir que nuestro sistema nervioso se reponga. Esto es algo de por sí muy beneficioso y reparador.

Otra manera de entender la relajación es, además de lo anterior, dar un paso más y empezar a tener una actitud más relajada ante las situaciones de la vida, de manera que los inconvenientes de la vida nos afecten menos, pues tenemos algo de control sobre nosotros mismos y es más difícil perder la paz interior. Esto, obviamente, requiere más práctica pero es mucho más enriquecedor.

El profesor Cheng Man Ching, uno de los primeros maestros que enseñó tai chi chuan abiertamente en occidente, decía, refiriéndose a la práctica de este arte, 

que lo que estamos relajando es nuestro miedo, entendiendo miedo como las inseguridades (grandes o pequeñas) que aprisionan nuestra naturaleza. 

De esta manera nos señalaba, creo yo, que a medida que nuestra relajación se hace más profunda llegamos a niveles más profundos de la persona, como lo mental y psicológico que también se pueden relajar.

El psicólogo Albert Ellis, considerado como uno de los padres de la psicología cognitiva, decía que la inmensa mayoría de los problemas emocionales derivan de nuestra resistencia a aceptar aspectos de nosotros mismos, de los demás o de los sucesos de nuestra vida. Proponía como solución a esto la aceptación incondicional de nosotros mismos, de los demás y de la vida (de lo bueno y de lo malo). Parece una perogrullada pero, según él, supone una dificultad muy grande para muchos de nosotros. Es fácil ver la relación entre esta aceptación incondicional y la relajación: relajarnos y aceptar lo que venga, tanto dentro como fuera de nosotros.

Quizás la cuestión clave pueda ser qué es lo que queda  cuando nos relajamos, a qué accedemos. No parece que se trate de un vacío frío o de una nada sin significado sino de algo cargado de sentido y de valor para el ser humano, quizás nuestra propia esencia, aquello que realmente somos.

Y todo simplemente por relajar, por no forzar las cosas, por no hacer nada especial.

Una idea difícil de aceptar en una sociedad o época donde casi siempre hay algo que hacer.

 Fuente foto: Alex Svirkin

Otros artículos de Raúl Martínez:

·       

Comentarios

Enviar un comentario

Para poder comentar debes estar registrado. Regístrate o accede a tu cuenta.

No hay comentarios por el momento.


Produce Madreselva Servicios Culturales, S.C.
revistamadreselva@gmail.com
Apdo. Correos 381, 06300 Zafra (Badajoz)
Aviso Legal | Servicios | Publicidad
Utopia.es - Internet más cerca
Aviso

Utilizamos cookies propias y de terceros para el análisis de la navegación de los usuarios. Si continua navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Ok Más información