Durante los últimos tiempos, estamos asistiendo a una revolución en diferentes áreas de la vida y de la sociedad, de la cultura y de la política.

Nacen nuevas formas de trabajo, nuevas formas de hacer las cosas y nuevas estructuras que deben ser consideradas.

Uno de los elementos en los que se incide últimamente es en lo que, eufemísticamente, se denomina “la búsqueda de un mejor futuro profesional”.

Esto es, principalmente,  la búsqueda de empleo y la puesta en marcha de nuevos modelos de negocio: el emprendimiento, fomentado en toda España con lo que llamamos el “autoempleo”.

No olvidemos que la tasa de desempleo en Extremadura es alrededor del 27%, y esto hace que haya una masa importante de personas que necesitan buscar una salida profesional cuanto antes. En este sentido, hay que incidir en algunas cifras más:

• Hay sobre 11.000 titulados superiores desempleados en Extremadura.
• Hay sobre 13.000 desempleados con Formación Profesional en Extremadura.

Las personas desempleadas o en busca de “un mejor futuro profesional” deben tener en cuenta que el mercado laboral está cambiando. Y deben comprender, además, que los recursos de los que dispone la Administración (los orientadores laborales) son de calidad, pero escasos. Los procesos de acogida, de evaluación y de orientación están bien diseñados, pero precisan adaptarse a la sociedad. De ahí, por ejemplo, el Proyecto Ítaca de la Junta de Extremadura.

Con todo esto, es preciso buscar y desarrollar otro paradigma en cuanto a la búsqueda de un mejor futuro profesional. Las personas desempleadas tienen que adaptarse no sólo a  nuevos empleos (basados en proyectos, con un término más o menos cierto, y con una remuneración acorde a las circunstancias del mercado); sino también a las nuevas formas de encontrar ese mejor futuro profesional. Así, el networking, las redes sociales, son claves a la hora de encontrar trabajo.

También es importante aprender habilidades y competencias, que les permitan una mejor gestión de sí mismos, una mejor eficiencia en el “yo” a lo largo de ese camino (largo), de la búsqueda de un mejor futuro profesional. Es necesario que se paren a analizar sus fortalezas y debilidades, diseñar objetivos de empleabilidad, trazar un plan de acción, y gestionar ese recorrido.

Así, es importante que los desempleados conozcan habilidades sociales y profesionales, tales como:

• Inteligencia emocional y gestión de conflictos.
• Trabajo en equipo.
• Gestión de la incertidumbre.
• Gestión de problemas.
• Definición y gestión de objetivos.
• Inteligencia emocional.
• Comunicación oral y escrita.
• Creatividad.
• Toma de decisiones.

También es necesario que cada persona conozca, desarrolle y trabaje su marca personal, a través de las redes sociales, y del tan llamado networking.

Hay que desarrollar un yo, ser conocedor del producto que vamos a vender, y desplegarlo en el horizonte. Atención, que no decimos que hay que ser un mercenario, pero hay que saber qué se ofrece al mercado de trabajo y actuar en consecuencia.

Así se han desarrollado diferentes iniciativas ,principalmente en toda España con lo que llamamos el "entorno en el que se incremente su autoconfianza, bajo el paraguas de unúltimos tiempos.

Las Lanzaderas de Empleo, de la Fundación Santa María la Real han sido pioneras en integrar estos elementos en los procesos de orientación laboral. La Diputación de Badajoz ha ejecutado también proyectos similares, como los ColaborEM (Equipos Colaborativos de Personas Emprendedoras) realizados en 3 comarcas de la provincia, y, más recientemente el proyecto de Competencias Clave para la Mejora de la Empleabilidad, realizado por ALAMCIA en Olivenza.

También en esta perspectiva se incluyen los proyectos de Nidos de Emprendimiento, que se realizarán por ALAMCIA en Octubre – Noviembre en los municipios de Feria y Salvatierra de los Barros.

Estas iniciativas parten de un hecho: el desempleado está desanimado, falto de confianza, porque está percibiendo que las técnicas de buscar empleo, las de siempre, están obsoletas. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es dotar a la persona desempleada de un entorno en el que se incremente su autoconfianza, bajo el paraguas de un grupo. A partir de ahí, se trabaja en los elementos indicados con anterioridad. No sólo eso, también hay que abrirse al exterior. Así, en estas iniciativas se incluyen encuentros con empresarios o emprendedores, visitas a empresas, etc. Todo con el fin de que el desempleado adquiera una mejor confianza en sí mismo, y despliegue el conjunto de habilidades en las que están siendo formados.

No obstante, hay que hacer hincapié en un aspecto. Las iniciativas anteriores, por regla general, están enfocadas a personas con un nivel de estudios alto: titulados universitarios, o bien con bachillerato. En nuestra perspectiva, entendemos que este abanico debe ampliarse a un rango mayor, considerando también personas que tienen el graduado escolar.

Como se indica en el Proyecto Ítaca, hay que incidir también en los aspectos de la escolarización, proporcionando a los profesionales de la educación, herramientas de coaching para aplicarlas en su día a día en las escuelas. Esto permitiría bajar la tasa de abandono escolar en Extremadura (alrededor del 24%), y crear mejores personas. Pero… esto es asunto de otro artículo.

Alberto Arroyo - Gerente Alamcia

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