Antonio de la Fuente Arjona: La semilla Editorial Regional Extremeña, (Colección Escena Extremeña, nº 8), 2014
18 x 15 cms, 100 pp
Dpto L: BA- 000173-2014
ISBN: 978-84-9852-400-0
Animar y estimular la creatividad aletargada acercando el hálito de la cultura en las áreas rurales, apartadas tradicionalmente de todos los circuitos fue el propósito de las Misiones pedagógicas patrocinadas por el gobierno de la República Española entre 1931 y 1936, una labor siempre gratificante entre el desconcierto de unas gentes que jamás habían conocido más mundo que el del estrecho término de sus pedanías o casales y para los que la llegada de estos agitadores culturales constituía un acontecimiento estelar que hacía cambiar en muchos el rumbo de sus vidas, abriéndoles un horizonte de emociones y conocimientos con el que sentirse libres. Las Misiones Pedagógicas constituyeron en su actividad la siembra de la semilla a la que alude Antonio de la Fuente Arjona en el titulo de esta su última obra teatral (por ahora), con la que este conocido actor, director de escena y dramaturgo ha conseguido el V Premio de Textos Teatrales de Autor Extremeño 2013 concedida por la FATEX (Federación de Asociaciones de Teatro Extremeños).
Mucho se ha escrito, reconoce su autor en palabras liminares, sobre las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, aunque jamás desde la visión del público destinatario de esas actividades, y este rasgo va a ser uno de los aspectos más originales de la obra, narrada desde las perspectivas contrapuestas de dos niñas del pueblo, íntimas amigas: María y Luisa , que sostienen la acción dramática, testigos de los hechos en continuos flash-backs temporales desde el presente de la acción, evocando hechos retrospectivos desde su perspectiva emocional y biográfica en cada momento
(los personajes se mudan en niñas o viejas ofreciendo una eficaz dramaturgia de raíz audiovisual en sus recursos, con un gran tono lírico) en la que a cada momento se añaden otros personajes circunstanciales fijados en la historia evocada, que va avanzando de acuerdo a ejes temáticos, cuyo motivo central será el mapamundi que Carmen la misionera regalará a Luisa, representación grafo-simbólica del horizonte vital sobre el que las dos amigas tendrán actitudes divergentes que generarán el conflicto de la obra, teñida por el desencanto de la barbarie bélica sobrevenida después mutilando todas las ilusiones.
Antonio de la Fuente nos presenta dos modos de fructificar la semilla que las Misiones Pedagógicas intentaron sembrar entre las gentes humildes de una dura realidad encarnada en la cultura como asunción vital del conocimiento y la experiencia. Una semilla que una vez florecida en nuestros corazones hace cambiar toda nuestra realidad en un mundo más humano habitado de esperanzas, como tantos hubieran deseado y seguimos deseando para alcanzar nuestra propia dignidad como seres humanos.
José Juan Martínez Bueso
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